Una joya para cada momento y un momento para cada joya.

Artículo publicado en la revista gratuita Feminova (nº 3)

UNA JOYA PARA CADA MOMENTO Y UN MOMENTO PARA CADA JOYA.

Delicada, sobria, sofisticada, elegante, trasgresora, clásica, sexy.., hay una joya para cada ocasión, para cada personalidad, para cada estado de ánimo. Puedes cambiar tu estilo en función de la joya que escojas, pero vigila, porque la joya que decidas llevar dirá algo de ti, “hablará” por ti.

Las joyas transmiten mensajes referentes a su dueña/o, se comunican a través de su misterioso lenguaje. Las joyas expresan tu estado de ánimo, nos hablan de tu personalidad, de la circunstancia en la que te encuentras, de tu estado civil, de tu status social y de otras muchas cosas. Es la unión de los pequeños detalles lo que nos identifica y una joya es uno de esos detalles, por eso es importante que les prestes un poco de tu atención a esos “pequeños objetos” ya que, no lo dudes, los demás se fijan consciente e inconscientemente en las joyas que llevamos.

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Y cuando hablo de joyería no me refiero únicamente a la llamada “alta joyería” (oro, platino, piedras preciosas..), sino que cuando pienso en joyas, pienso en un concepto mucho más global en el que además de incluir las joyas de “lujo” también integra la joyería con valor económico inferior. Hablo desde piezas de brillantería a otras elaboradas con materiales más próximos a la llamada “bisutería” que a la tradicional joyería, pasando incluso por joyas con valor casi nulo ¿Quién no conserva unos pendientes de nacimiento? ¿quién no guarda como un tesoro la modesta joya que nos regaló nuestro primer novio?, su valor económico a menudo es casi nulo, pero su valor “sentimental” es mucho mayor e imposible de mesurar en términos económicos .

Tradicionalmente sólo los ricos podían acceder a las joyas, reflejando así su status social elevado. Actualmente, al haberse ampliado el concepto de joya, eso ha cambiado, y mucho. Ahora todos podemos llevar una pieza de joyería, tengamos el bolsillo grande o no. Evidentemente siguen existiendo y existirán las joyas de lujo a las que muchos de nosotros, por los motivos que sean, no accederemos de manera habitual, pero lo que me gustaría recalcar es que el lujo y la clase no se transmiten únicamente poniéndote una joya cara, hay muchas otras formas de hacerlo, ¡lo importante es que puedes elegir!, solo tienes que tener ganas de expresar tu “lujo interior”.

Espero que éste artículo te haya servido de reflexión y que te haya animado aún más a integrar la joyería en tu vida. Te invito a que en próximos artículos aprendas a combinar las joyas con tu vestuario y complementos, a que conozcas los diferentes estilos de joyería que existen, a que sepas como conservarlas y limpiarlas, a que descubras dónde encontrarlas, a que aprendas a distinguir los materiales que componen una joya y a otras muchas cosas..

Y recuerda, el detalle marca la diferencia y por tanto ¡una joya puede hacerte única!.
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